Filosofía

          "La filosofía va más allá de las palabras” Alan Bates

             Que el saber de las cosas y no obrallas, no es ser filósofo, sino gramático” (Baltasar Gracián, El Discreto)

            Nuestro ser, nuestro comportamiento enseña mucho más que cualquier charla. Practicar la filosofía significa explorar nuestro mundo interior. Interpretación y organización de nuestro mundo, de nuestra época. Cada uno de nosotros somos las personas más cualificadas para emprender este viaje de descubrimiento personal, pero dialogando con los otros. Cada uno podemos y debemos ayudarnos a nosotros mismos. Aprender nuestra propia filosofía es conocer y cambiar nuestras creencias para resolver un problema.

            Si tienes una piedra en el zapato hay que quitarla no basta hablar de ella

            La compasión o simpatía es la base de todas las cualidades morales y es lo que trae la felicidad personal y el beneficio social

            Traigo ante vosotros a nuestra filosofía, la filosofía occidental, esta filosofía que tuvo su origen en la antigua Grecia, según nos han enseñado. Es la propia filosofía la que hoy va a intentar llegar a vuestros corazones. Hela pues ahí ante todos vosotros. ¿La veis ya? Hay que abrir los ojos del alma. Con todos, la filosofía.

            Me llaman filosofía y no puedo tener vida, no puedo vivir sin  ti, sin vosotros. De la misma manera, sin ti, sin tu ser, no puedo reconocerme, y no sé quien soy.

            Me pregunto ¿dónde comencé mi existencia, cuál fue mi origen?

           Las controversias acerca de si  tuve un origen humilde en oriente, o con Tales en Mileto, en la antigua Grecia, o en Egipto, las dejo para vosotros.

             Dicen que nací bajo la clara luz de la Hélade, hace muchos, muchos años. Debo ser muy mayor. Comencé a tener uso de razón en la ciudad de Atenas. Hoy me encuentro entre vosotros, en vuestro Ateneo, dedicado a la diosa, patrona y defensora de Atenas, la diosa Palas Atenea, Minerva para los romanos, la diosa Virgen, la de los brillantes y resplandecientes ojos, de mirada viva y penetrante, como las lechuzas, nacida de la misma cabeza de Zeus. Ya sabéis todos que es la diosa de la sabiduría, de la filosofía, las artes, etc. Minerva significa inteligencia y tiene por símbolo a una lechuza, con la que custodia de noche la Acrópolis  pues, como ella, puede ver de noche para que no se le escape nada como al sabio.

             Sabemos que el pueblo griego era un pueblo viajero y comerciante y que tuvo relación e influencias de los pueblos orientales, así como de Egipto. Pero, en un momento de la historia,  encontramos la filosofía en Mileto.

         ¿Os habéis preguntado por qué tuve que venir a este mundo en Grecia y no en otra parte, dentro de alguna de las grandes civilizaciones, como Egipto, Mesopotamia, etc? Es importante. ¿Habéis pensado cómo sería nuestra vida si yo hubiera nacido dentro de la cultura Asiria, por ejemplo?

         Voy e enumeraros algunas de las posibles razones que se han dado para justificar mi origen griego. En primer lugar ya hemos dicho que el pueblo griego era un pueblo abierto a las relaciones con otros pueblos. En segundo lugar no poseía dogmas religiosos que pudieran impedir o prohibir el pensamiento libre. En tercer lugar carecía de órdenes sacerdotales fuertes que velaran por la ortodoxía del pensamiento, como podía ocurrir, por ejemplo en Egipto.

         En la Hélade, los dioses habitaban el monte Olimpo. No vivían en ningún lugar inaccesible llamdo cielo. No eran omnipotentes, pues tenían al Destino por encima de su voluntad. Es un signo más de una sociedad democrática. Los dioses eran como los mortales, poseían sus virtudes y sus vicios: Reñían entre sí, se emborrachaban, mentían, se enfadaban, se engañaban, etc.

         Sea de ello lo que fuere, encontramos el primer filósofo en Tales de Mileto. Ya sabéis que yo no puedo vivir sin que alguien me piense. En Atenas adquirí mi mayoría de edad. ¡Atenas! qué recuerdos llegan a mi memoria. El pueblo griego humanizó el universo.

         ¿Cómo era la vida en Atenas? Los griegos vivían, más que nada, al aire libre. Recuerdo que iban cada día al ágora, en la plaza. Era tan importante esta forma de vida que la palabra agorazein significa ir a la plaza, ir a ver qué sucede, a hablar y a escuchar, a comprar y a vender, a verse con los amigos.

         Cada uno de vosotros y vosotras sois filósofos. No sé si lo sabéis. Sois filósofos, porque cada uno tenéis vuestra forma personal de afrontar los problemas que se os presentan en la vida.

         Pero me atrevo a decir más. Vosotros sois filósofos y sois griegos. Grecia era un gran país mediterráneo hecho de sol y de conversación. Era el país del diálogo, del agorazein, afirma L. de Crescenzo en Hª de la filosofía griega.

         El bárbaro, el extranjero, se queda asombrado al contemplar la vida de los ciudadanos atenienses caminando arriba y abajo, por la calle, deteniéndose cada tres pasos, discutiendo en voz alta, y volviendo a andar para volverse a parar de nuevo.

         Yo debo muco a esta costumbre peripatética de los meridionales

           - Querido Fedro, dice Sócrates ¿adonde vas y de donde vienes?

            - Estaba con Lisias…, oh Sócrtes, y ahora me voy de paseo, pues pasear al aire libre fortalece más que por los pórticos. (Fedro)

            Estos atenienses no hacían nada productivo. Paseaban, conversaban, se preguntaban qué era el Bien y el Mal, pero en cuanto a trabajar, a construir algo práctico que se pudiera vender o usar, ni siquiera hablaban de ello.

            Atenas tenía unos 20.000 habitantes y unos 200.000 esclavos y metecos. Los atenienses no estaban contagiados por el virus del consumo y se contentaban con poco. Se podían dedicar a los placeres del Espíritu y de la conversación. (ib.)

             Si no hubiese existido una civilización griega, unas ciudades, llamadas polis, y que hicieron frente a los ejércitos asiáticos, hoy seríamos hijos de las doctrinas orientales y no quiero pensar cómo habría sido nuestra vida. Muy diferente a la que tenemos, por supuesto. A Atenas, a Esparta, a Tebas, etc., a estas ciudades gobernadas por aristócratas racionales en lugar de sacerdotes, debemos nuestro ser.

             Venir aquí hoy, que alguien me rescate de esa muerte polvorienta en vida, que llevo cada día en aulas y bibliotecas, es un puro placer. Hoy me da vida la luz de vuestro ser.

         Filosofía, filosofar, vivir. Mi vida va íntimamente unida a la vuestra, aunque no sepamos cómo o cuando comenzó el ser humano a filosofar, a pensar en mí, pero nos encontramos con el hecho mismo, de que el hombre es por naturaleza filósofo; soy una parte importante de vuestra vida.

         No sé quien soy. ¿Qué entendemos, qué podéis entender por filosofía? ¿Puedo ser definida para saber de qué estamos hablando?

             Se dice que existen tantas definiciones de filosofía como filósofos han existido. ¿Soy algo, consisto en algo?, ¿o soy un totum revolutum del que cada quien saca y obtiene lo que le conviene?

         Este problema lo tienen también las ciencias. Tengo que decir que he estudiado la definición que un premio Nobel de matemáticas hace de esta ciencia, y ¿saben ustedes qué definición da? ¿Cuál darían ustedes? Este ilustre matemático definió las matemáticas como aquello que viene en los libros de matemáticas.

         Pienso que merece la pena reflexionar, filosofar, sobre esta respuesta.

         No todo el mundo está de acuerdo en que las matemáticas sean una ciencia, sino más bien un método para las ciencias. No todo el mundo está de acuerdo en que la filosofía sea una ciencia, o una doctrina, un conjunto de saberes o teorías, o un método, o una forma de vida, una manera de entender la vida.

         Se me suele considerar como la “Ciencia de las Ciencias”, la ciencia madre de la que fueron surgiendo todas las demás. Y parece lógico que el ser humano comenzara a filosofar y poco a poco fue delimitando las diferentes áreas de este filosofar o investigar.

         Otros prefieren verme como crítica rigurosa y sistemática de todo conocimiento y de mí misma. Como bien apunta el filósofo español Ferrater Mora, «la unidad de la filosofía (...) se manifiesta a través de su diversidad.
Desde los tiempos más remotos de mi existencia, desde los tiempos de los filósofos presocráticos, pero, sobre todo desde Sócrates, se defendía, que soy un método, una forma, de vida, así por ejemplo, los estoicos, Platón, Aristóteles, Epicuro, Descartes.

.            Platón y Aristóteles, en la antigua Hélade: ponen el comienzo del filosofar en el asombro. Cuando el ser humano es capaz de asombrarse por algo, y comienza a hacerse preguntas, da vida a la filosofía. Consisto, sobre todo, en preguntar o más bien en preguntarse.

.            Otros filósofos, como René Descartes, ya en el siglo XVII, piensan que el ser humano comenzó a filosofar cuando tuvo dudas. Para Descartes la duda es el auténtico método filosófico, la duda se hace duda metódica. Del dudar universal de todo, surge algo de lo que no puedo dudar, y esto es que estoy dudando y si dudo, existo, dice Descartes. “Pienso, luego existo. Esa debo ser yo.

            El filósofo alemán Jaspers propone como el verdadero origen del filosofar las situaciones límites. Cuando el ser humano se enfrenta, por ejemplo: al asombro, a la muerte, al acaso, al sufrimiento, etc., entonces surjo yo, cual Venus boticceliana de las aguas redentoras.

             Otra definición sería: La filosofía como la historia del desarrollo de la sabiduría humana en el mundo.

            La filosofía es el uso del saber en provecho del hombre, afirma Platón en el diálogo Eutidemo

            La filosofía es la ciencia teórica de los primeros principios y de las primeras causas de los que es, afirma Aristóteles

            La filosofía es el saber efectivo de lo que es ( todo cuanto existe, todo cuanto hay), según Hegel

            La filosofía es una actividad para disolver falsos problemas que se esconden en el lenguaje, para Wittgenstein.

            Y para Carlos Marx, la filosofía es una actividad para la transformación de mundo.

            Lo que puedo deciros hoy es que amo todo lo que existe, en la Tierra y más allá del Sol. Me gusta lo original. No sigo ningún camino ya dado de antemano, ni ando por senda de maestro conocido. Mi camino es no tener camino, y se llama libertad, conseguida con mi esfuerzo a base de desarrollar mis capacidades de enjuiciar, argumentar y concluir. Soy libertad de pensamiento y de ciencia.

           ¿A quién podría seguir yo? ¿Quién puede ser mi guía? Mi esencia es discrepar. Es lo que me permite crecer.

No temo el Poder al que detesto, pues es ajeno a mi ser, aunque tengo necesidad de reflexionar, teorizar, sobre él y lo que lo rodea. Odio la ostentación, la vanagloria, las pompas y vanidades tan propias de vuestras vidas. Me burlo de toda grandeza, porque puedo entrever la falsedad de lo que oculta.

             No siento simpatía por los poderosos, los exquisitos, los adoctrinados o los esclavos de algo o de alguien. Huyo de la hipocresía y de la falsedad, por eso estoy proscrita en este mundo, y reclamo mi derecho a la Verdad, a la Belleza y a la Bondad, para este mundo.

            Vivo el Arte como aquella parte de mi ser que es objetivación del sentir estético a través de la materia. El cuerpo humano me crea y me percibe desde sí.

            Rehuyo la tristeza, aunque a menudo me embarga la melancolía. Pero deseo ser alegre y cantar los gozos de la vida.

            Siempre me he preguntado por las cuestiones últimas de la vida. ¿Quién soy? ¿Qué misión tenemos en la vida? ¿De dónde venimos?...

            Mi vida ha caminado de la mano, o mejor, de la cabeza de los filósofos. Quiero recordaros a Platón y su mito de la caverna, para que me conozcáis un poco mejor.

            Hoy no puedo relataros este bello mito platónico. Si lo deseáis lo podemos hacer otro día. Muchos de vosotros ya lo conoceréis y otros podéis leerlo en el libro VII del diálogo República de Platón.

            Mi vida consiste en ser capaz de salir de las sombras de la caverna para llegar a la luz del sol. Vivís dentro de las sombras de caverna, de vuestra cotidianeidad. Pues yo os ayudo a trascender este nivel de vida poco humano para que lleguéis a una comprensión de la realidad más profunda.

            Ayudo a tomar conciencia de si mismo y de la vida. A ver que podemos estar despreciando tu vida y debes hacer algo para aprovecharla, y que si quieres, puedes.

Ni a los Lestrigones, ni a los Cíclopes, ni al feroz Poseidón has de encontrar, si no los llevas dentro del corazón, si no los pone ante ti tu corazón” (Kavafis)

            Como veis no consisto en teorías abstractas, ni en teorizar sobre las sombras o la luz, sino en encontrar realidades más profundas y abrirse a ellas. Llegar a las realidades más profundas del ser. Ser capaz de encender una luz en la oscuridad.

            Soy más acción que teoría. Acción guiada por el poder más eficaz y hermoso que es el amor.

            No utilizo solo la razón, sino a todo el ser humano como persona. Es todo el ser humano quien tiene que descubrir la luz, para querer y poder salir de la caverna en la que malvive.

            Soy silencio. Primero aprendí a escuchar, para luego poder responder desde mi ser más profundo. Consisto, pues, en explorar dimensiones diferentes, no para comprender mejor mi caverna, sino para salir, para ir más allá de los niveles de la caverna. Mi misión no es cambiar una caverna por otra, aunque ésta sea de oro o marfil.

            Soy una práctica indispensable del vivir humano, y útil para afrontar los pequeños problemas de cada día. Soy tan necesaria que debería estar en los programas educativos desde la más tierna infancia. Pero nadie me considera útil.

            Así hemos llegado a esta situación en la que casi nadie me conoce, pero muchos me desprecian. Tal vez se deba a los propios filósofos, o a los que se denominan especialistas en mí. Todos ellos parecen estar de acuerdo en que nadie me conozca. Yo misma cuando leo los libros de filosofía casi no me reconozco a través de esos lenguajes tan abstractos y enigmáticos. Lo llaman lenguaje técnico. Todo el mundo siente la necesidad de impresionar a los otros con su sapiencia.

            El lenguaje especializado compensa, da importancia y aumenta el poder de quien lo usa. Además los seres humanos son maestros en el aburrimiento. Pero frente a los doctos y serios, puedo ser alegre, divertida y de fácil comprensión. Más aún, si te familiarizas conmigo, puedo llegar a ser tu mejor amiga en los momentos que más lo necesites.

Lo que la medicina es para el cuerpo, quiero ser yo para vuestra alma.

“Vacío será el razonamiento del filósofo que no alivie ningún sufrimiento humano”. Epicuro.

            El ser humano se pregunta quién soy, de dónde venimos, adónde vamos? Y en este preguntar encuentro mi ser. Son preguntas profundamente filosóficas, puesto que todos sois filósofos, aunque no lo pretendáis. No hay respuestas definitivas. Lo importante, lo decente, lo bueno es preguntar y preguntarse. Lo único cierto es la pregunta. La cuestión nunca es resuelta por la contestación

             Soy el mejor remedio, pero no voy a ofertaros recetas mágicas para llevar una buena vida, una vida feliz, sino que os ayudaré a que cada uno vayáis encontrando o mejor edificando vuestro camino, vuestra felicidad, en comunidad con los otros.

            Nadie puede ser feliz a solas. El sufrimiento es parte de la vida, es parte de la felicidad

            Parto del solo sé que no sé nada de Sócrates. Soy amor al saber y solo quiere saber el que no sabe y sabe que no sabe.

            Surjo del reconocer las propias limitaciones, los problemas. De otra manera cómo podemos darles una respuesta?

             No quiero ser, ni podría, aunque lo pretendiera, como aquellas personas de las que habla Erasmo de Rotterdam que hablan como si tuvieran acceso a los misterios de la naturaleza, o como si acabaran de bajar del consejo de los dioses.

“Cómo podemos recordar nuestra ignorancia que necesitamos para avanzar si continuamente empleamos nuestros conocimientos”. (Thoureau)

            En occidente la filosofía se desarrolla bajo dos perspectivas que podemos encontrar en la filosofía griega: (a) como una búsqueda de lo permanente y perfecto frente a la adquisición de la prudencia, y (b) como una afirmación de la identidad frente a la diferencia. Estas tensiones han permitido la creación y profundización conceptual de grandes temas de investigación filosófica como lo son la metafísica, la ontología, la gnoseología, la teoría del conocimiento, la ética, la estética y la lógica.

            Actualmente se le han agregado algunas ramas a la filosofía, tales como:

            Filosofía de las ciencias
            Filosofía del espíritu
            Antropología filosófica
            Estética
            Filosofía del derecho. 

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