2001 UNA ODISEA EN EL ESPACIO

 

           Otra gran metáfora sobre el hombre, su origen, sus metas, el sentido de su vida. La película nos plantea y nos hace reflexionar acerca de nosotros mismos y nuestra misión en la vida.

            Director: Stanley Kubrick

            Año: 1968

            Duración: 135 minutos

            Obtuvo 6 oscars

 

Argumento:

            En los comienzos de la humanidad, un grupo de amigos liderados por un hombre llamado Moonwatcher, sobrevive en las llanuras de África basando su alimentación en hierbas y plantas. Estos homínidos se sienten totalmente indefensos frente a los depredadores y frente a otra tribu de homínidos, con la que se enfrentan a menudo por una charca de agua. Una mañana encuentran, en la entrada de las cuevas donde duermen, un extraño monolito negro al que, tras amenazarlo más por miedo y desconocimiento que por posibilidad real de enfrentamiento, acaban tocando.

            Un día, mientras Moonwatcher busca comida entre los restos del animal, y potenciado por el extraño monolito, descubre que los huesos pueden ser utilizados como herramientas o armas. Esto provoca la adquisición de la confianza que les faltaba y la pérdida del miedo que les producía enfrentarse a la tribu opuesta. Poco a poco comienzan a alimentarse con carne.

            En un gran salto, se llega al año 2001. El doctor Heywood Floyd se dirige hacia la luna, haciendo escala en una estación orbital. Al llegar a la luna, se dirige junto con el doctor Halvorsen al cráter Tycho, donde gracias a la medida de campos magnéticos, se ha detectado y desenterrado un monolito negro que, al ser explorado, emite una fuerte señal hacia el planeta Júpiter.

           De camino hacia Júpiter, la nave Discovery lleva en su interior cinco personas: el comandante David, Bowrnan, el piloto Franklin Poole y tres científicos en estado de hibernación, además de un ordenador de la serie 9000, Hal, que es quien gobierna la nave y quien conoce los verdaderos planes y objetivos de la expedición.

            El ordenador Hal no está programado para mentir, entonces, puesto que él es el único que conoce los verdaderos detalles de la misión, se encuentra ante un conflicto interno y decide eliminar el problema del engaño matando a toda la tripulación, porque piensa que una vez eliminados los seres humanos, no tendrá que mentir y su problema quedara resuelto. Además, debido a que empezaba a presentar fallos de funcionamiento, Poole y Bowrnan habían decidido que, como siguiera así, no tendrían más remedio que desconectarlo. Hal acaba enterándose de sus planes y decide actuar porque no quiere ser desconectado, no quiere morir.

            Franklin Poole es asesinado por el ordenador con ayuda de su nave. Cuando David Bowrnan sale en su ayuda, el ordenador suspende las funciones vitales de los científicos hibernados, quedándose solos él y Bowrnan. Finalmente Bowrnan consigue entrar en la nave a pesar de la oposición de Hal, que ya se imagina cuál puede ser su final, y desconecta el ordenador. El comandante, ya sólo en la nave, sigue con la misión y llega a Júpiter. Descubre otro monolito negro, sale a explorarlo y es engullido en un viaje a través de las estrellas hasta una habitación, en la que envejece rápidamente antes de renacer como “El niño de las Estrellas”, que al final regresa la tierra.

 


 

    Los temas filosóficos tratados en la película van desde el origen del ser humano, la hominización, hasta su misión en la vida. Aparece el hombre, descubre la utilización de las herramientas, cambia sus hábitos y su forma de vida, lo que le va transformando como hombre. Este desarrollo ha llegado hasta desarrollar técnicas inimaginables, máquinas con inteligencia y hasta con sentimientos.

            Surgen las comparaciones entre la inteligencia humana y la inteligencia artificial. El hombre, al imitar a su creador, se convierte en creador de nuevo seres, de nuevas inteligencias.

            Nos preguntamos:

            ¿Cuál es el papel de las máquinas en la vida del hombre?

               ¿Es el hombre esclavo de lo que él mismo ha creado?

               ¿Pueden las máquinas sustituir al hombre?

            Estas y otras preguntas nos invitan y nos llevan al estudio de la naturaleza humana.

            Hoy se estudian las diferencias entre el hombre y la máquina. Si el hombre tiene inteligencia, las máquinas tienen inteligencia; si el hombre tiene sentimientos, las máquinas también sienten.¿ En qué puede radicar la diferencia? El hombre razona y actúa por sí mismo, piensa, tiene en cuenta las consecuencias de sus acciones. Las máquinas están programadas, no tienen capacidad de decisión propia, no poseen sentimiento de culpabilidad, de arrepentimiento ni de responsabilidad. ¿Será así? Y ¿qué clase de máquinas podemos crear en adelante?

            Papel que desempeñan las máquinas en la vida del hombre.

            Nos encontramos rodeados de máquinas desde que nacemos hasta que morimos. Vivimos con máquinas, de tal manera que ya no sabríamos prescindir de ellas. Son algo natural e imprescindible en nuestra vida. Nos proporcionan comodidad, nos facilitan el trabajo, pero ¿son algo más?

            ¿Pueden ser superiores a nosotros? ¿Dependemos de ellas para casi todo? Las máquinas pueden hacer el trabajo que el hombre no puede hacer. El ordenador Hal es el único que conoce los detalles de la misión. Sin las máquinas ¿cómo regresarían a la tierra o cómo se comunicarían con la tierra? Los astronautas saben que pueden confiar en las máquinas, que nunca se equivocan y actúan con total exactitud. ¿Podrán algún día las máquinas sustituir a los hombres?

¿Qué ocurriría si desapareciesen las máquinas?¿Estaremos haciéndonos máquinas con los problemas sociales que esto puede conllevar? Estamos acostumbrados a convivir con las máquinas y nos estamos comportando como ellas. ¿Pueden estar aquí algunos de los problemas que presenta la sociedad de hoy?

 

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