Una mente maravillosa


        Esta película ambientada en los últimos años cuarenta, como se ve al observar los edificios, la vestimenta o los coches que salen, narra le vida de Jonh Nash, premio Nobel de Matemáticas.
Las chicas universitarias llevan vestidos largos y van peinadas a la moda. Las mujeres no visten pantalones. Los hombres van bien vestidos y peinados como corresponde a la época.
Merece la pena destacar la excelente música de la época entrelazada magistralmente con las imágenes.

        El tema y la forma en que lo trata es muy original, magistralmente ambientada y dirigida. Los actores están a un nivel excelente todos.

        La trama comienza mostrando la vida y costumbres del protagonista; sus relaciones, sus metas, su singular personalidad. Poco a poco vamos comprendiendo que lo que nos muestra es la enfermedad del protagonista y cómo influye en toda su vida.

        Nos muestra la importancia de la inteligencia emocional, y de las terribles consecuencias que puede haber si no se desarrolla adecuadamente al lado de la inteligencia cognitiva.

        Merece la pena destacar el papel de Alicia, la amante y abnegada esposa luchando hasta el final por rescatar el amor que un no muy lejano día la sedujo, y al que no quiere renunciar, pues es una parte muy importante de su vida.

Con su amor consigue que se recupere su marido, que asuma su nuevo rol, más sencillo, pero más difícil. Con esta y otras ayudas, pero sobre todo con su fuerza de voluntad, Nash consigue vencer a sus demonios y logra ser una de las personas más influyentes del siglo XX, hasta alcanzar el Premio Nobel.

       El director, Ron Howard explora de forma refrescante la tenue línea que separa el genio de la locura y al mismo tiempo plantea la interrogante de qué es la realidad y qué es la ficción.

       Es una película muy adecuada para nuestras materias, especialmente para la clase de psicología.

        Es un drama inspirado en la vida y obra del matemático y premio Nobel John Forbes Nash y su lucha contra la esquizofrenia. Nash Hizo un gran descubrimiento matemático al principio de su carrera, pero luego su mente se vio afectada por la esquizofrenia.

        La película muestra la tenaz lucha por recuperarse, para lo que cuenta con la imprescindible y amorosa ayuda de su entrañable esposa. Tras varias décadas de penalidades logró superar su tragedia y recibió el premio Nobel en 1994.

        Nos encontramos en el año 1947, en la universidad de Princeton. Nash llega  para hacer sus trabajos de graduado (doctorado) en matemáticas, con una beca. Pronto se cuenta de que él y Princeton no están hechos el uno para el otro. No se preocupa por los protocolos sociales, ni por asistir a las clases. Vive con una obsesión: encontrar una idea genuinamente genial; es la única manera de llegar a ser alguien.

        El tímido John Nash  vive al margen del mundo social que lo rodea, prefiriendo mantenerse ensimismado en un mundo de probabilidades numéricas, deleitando y exigiendo su mente con complejas formulaciones matemáticas.

        Su propia capacidad intelectual le permite en ocasiones romper el hielo del aislamiento, ganarse el respeto y reconocimiento de sus padres e interactuar en sociedad.

        Tal como Nash es seducido por los misterios matemáticos del azar, el mundo exterior también se encuentra atraído a la expresión de su intelecto.

        Su tesis doctoral es elogiada, logra una cátedra prestigiosa en la universidad, es contratado por el gobierno... y conquista a una atractiva estudiante.

        La misma mecánica mental que es capaz de formular complejas teorías matemáticas, es la que traiciona a la mente humana y la hace ver un mundo que no existe.

        Compartimos la subjetividad de John Nash durante la primera parte de la película y nos causa el mismo impacto que al protagonista cuando queda evidente que sufre de esquizofrenia.

        Tomamos una actitud objetiva y vemos a Nash desde afuera, como él enfrenta los trucos de su mente y cómo lucha por diferenciar a los personajes reales de los imaginarios. Su esposa también debe pasar por el desgarrador infierno que sufre su marido.

        El departamento de matemáticas es brutalmente competitivo. A algunos compañeros les encantaría verle fracasar, pero le toleran y sin querer le ayudan en su camino hacia la grandeza.

        Una noche está con ellos en un bar y observa sus reacciones cuando aparece una rubia muy atractiva. Nash observa la rivalidad que se crea entre ellos y entonces encuentra el germen de la idea que andaba buscando. Su estudio sobre la teoría del juego, la matemática de la competitividad, contradice las ideas de Adam Smith, el padre de la economía moderna.

        Gana una codiciada plaza de investigador y docente en el MIT, pero sigue insatisfecho. Sus deseos se cumplen cuando el misterioso William Parcher le recluta para una misión ultra-secreta: descifrar los códigos del enemigo.

        Alicia Larde, bella e inteligente estudiante de física le familiariza con un concepto hasta entonces no considerado: el amor.

            John Nash, de gran inteligencia, dedicado a las matemáticas y dedica poco tiempo a su familia.

            Se casan pero no confía a su esposa el peligroso trabajo para Archer. El secreto le pasa factura y se convierte en un hombre furtivo y obsesionado que acaba perdido en un mundo de falsas percepciones. Esquizofrenia paranoide.

        Su amigo Charles, compañero de habitación en la universidad. A lo largo de la película nos damos cuenta de que ellos no existen lo mismo que Parcher, un detective que involucra a Nash en asuntos altamente secretos como descodificación de mensajes del enemigo.

        Alicia, su esposa, se da cuenta de que marido no está bien y le lleva a una clínica mental. Nash se da cuenta de que sufre esquizofrenia paranoide, y que Parche, Charles y su hija son ficticios. Comienza a ignorarlos, toma medicación y empieza a preocuparse por su familia.

         Temas:

        La película nos habla de la personalidad, de la inteligencia, del amor

        Merece destacar la actitud de su esposa. Enseñanza de cómo tratar a Nash como persona, como marido, como intelectual, como enfermo, sin sentimentalismos... Es el amor personalizado, la solidaridad, la ayuda humana y realista. La esposa nos muestra una visión certera de la antropología humana, mejor que cualquier especialista en el tema, un trato adecuado, ni blandura ni dureza, cercanía afectiva, simpatía, compartir las ilusiones, las alegrías y los sufrimientos.

        Esa cercanía afectiva no radica en un plano ontológico, no se basa en lo que esa persona es. El valor de la persona en sí no depende del valor que esa persona tenga para mí.

        El ser humano no es un ser aislado, vive en relación con los otros. Es un ser solidario. Nuestro objetivo consiste en descubrir que es el único modo de ser enteramente humanos.

 

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