Alguien voló sobre el nido del cuco

Es una de las películas clave que se pueden utilizar en casi todos los cursos y para las diversas materias de nuestro departamento. Durante este curso la hemos empleado en la materia de psicología. Se pueden analizar diversos tipos de personalidades, de “enfermedades” mentales, de problemas psicológicos con los que los seres humanos nos topamos cada día. Existe una riqueza, un juego de sentimientos de todos los colores.

Narra la historia de un “delincuente”, estafador, violador, de espíritu libre, con fuego en las venas y lengua pronta, que finge locura y le ingresan en un manicomio, junto a los que él llama “pandilla de locos. R. P. McMurphy evita ir a la cárcel, haciéndose pasar por loco, para entrar en un hospital psiquiátrico. Es una forma de llevar una reclusión de forma más agradable. A su llegada al hospital se encuentra con un ambiente típico de esta clase de instituciones, un ambiente de represión y de miedo.

Su sentido de la vida choca muy pronto con el “orden” y la estremecedora rutina de los habitantes del manicomio Muy pronto, y gracias a él, sus compañeros de “hospedaje” van a darse cuenta de que existe algo muy diferente a lo que están viviendo cada día.

McMurphy comienza a reflexionar sobre su vida y la vida de sus compañeros dentro de la institución, e invita a los demás a que se animen a pensar por sí mismos y a tener una vida propia. Si es necesario, deben enfrentarse a aquello que les impida conseguir los objetivos. Puede haber quienes estén interesados en que no vivan, en que pasen por la vida de una forma amorfa, sirviendo para que otros puedan expresar su vida como dominio y poder sobre los demás.

En esta situación McMurphy comienza dando ejemplo. Cuestiona las normas que se oponen a la vida de las personas y a su desarrollo como personas e invita a sus compañeros a que se animen a pensar por sí mismos, a tener vida propia, a hacer frente a los poderes despóticos y alienantes, a romper y a no obedecer las órdenes que le parecen irracionales.

Mc Murphy encarna los valores de ciudadano con derechos y deberes, de libertad de pensamiento, de autonomía, de ansia de vivir. Para conseguirlo no tiene más remedio que rebelarse y cuestionar la forma de vida, la manera de funcionar las cosas. Es la chipa que necesitaba la mecha. La que hace pensar y ser consciente de la situación en la que cada uno vivimos.

McMurphy representa la contraposición a la enfermera jefe, representante de las rígidas reglas del manicomio. Pronto se da de bruces con este ambiente de intolerancia y comienza su tarea de humanización. Su comportamiento choca con el status quo establecido por las normas y que no reporta ningún beneficio para ninguno de los convivientes de la institución. Su estancia en el centro va a cambiar la rutina diaria y el comportamiento de los enfermos. La encargada de que todo “funcione”, de que se cumplan las normas, es la enfermera Ratched. Una mujer fría y distante, a la que se oponen la solidaridad y fraternidad que humaniza las relaciones entre los enfermos.

Compañeros, internos, se sienten protegidos y alejados de una sociedad que los rechaza por su condición de diferentes a la mayoría y que los margina como seres indeseables para el sistema. Pero la realidad es muy diferente, y lejos de vivir felices y distantes en su estado de alienación protectora (la mayoría de los pacientes, como más tarde descubrirá McMurphy están recluidos de manera voluntaria), siguen sometidos a las leyes de un sistema que tiene sus límites en las paredes del manicomio y cuyo gran dictador máximo está personificado en la enfermera – jefe, la Srta, Ratched. Ésta, tras una máscara de falsa dulzura y comprensión, somete cruelmente a estos hombres dentro

de unas normas que no son más que la extensión de ese mundo exterior que los rechaza y olvida.

McMurphy se erige en el apoyo, el amigo que les comprende, les ayuda, que es como su “salvador”. No les trata como locos, sino como personas. Al contrario para la enfermera Ratched es un problema, es su oponente.

Los empleados del psiquiátrico son otro elemento a través del cual vemos la imposición de la normas y las leyes, y, a la vez, ellos obedecen a sus superiores, son un eslabón de la cadena de sometimiento de la sociedad.

Los momentos más álgidos de la película tienen que ver con el “juego” entre la filosofía del protagonista, de Mc Murphy y la vida rutinaria y amorfa del centro, que protagoniza la enfermera jefe Srta. Ratcher.

Estos comportamientos se van reflejando a través de diversas conductas de los pacientes. Billy, el más tímido, cuya timidez llega a producirle tartamudez, acaba consiguiendo la liberación mediante la relación con una mujer. Liberación que le va a llevar al suicidio, por la incomprensión de los poderes fácticos (enfermera jefe...) Este momento de máxima alienación, que lleva a un compañero al suicidio, provoca la reacción más fuerte del protagonista McMurphy, que es reprimido brutalmente, hasta ser despojado de toda capacidad humana, y termina con una lobotomía cerebral.

El Gran Jefe, vive inadaptado de forma voluntaria en un mundo que no entiende ni le interesa. Se hace pasar por sordomudo ante el sin sentido de su vida para evadirse de la realidad. Solo comienza a hablar en un ambiente de liberación, de cariño, de amistad, que le ha ofrecido Mc Murphy La llegada de Mc Murphy le da fuerza para vivir, para buscar nuevas experiencias de vida y de libertad. Más tarde él mismo será el encargado de llevar a feliz término los proyectos de Mc Murphy, así como de ritualizar la liberación de su amigo. Tiene que liberarlo de esta situación de alienación y vergüenza para todos los miembros de la comunidad, y, haciendo alarde de la fuerza que otros no tienen, se pone en marcha para emprender un nuevo camino, una nueva vida en solitario y lejos de este lugar de alineación. Arroja la fuente de agua que no consiguió arrancar Mc Murphy contra una ventana enrejada del hospital. Es la forma de recuperar su libertad. Tiene que irse solo, porque su compañero de viaje ya le espera allí.

Es el personaje a través del cual se nos muestra una de las posturas que se toman en la vida.: la huida de la realidad. Encarna la resistencia pasiva y la cazurrería del sistemáticamente oprimido. Se trata de una taimada lucha de clases que ha transformado el mundo supercivilizado en un manicomio de alienaciones.

Lo primero que me viene a la mente es la caverna platónica. Los seres humanos nacemos prisioneros en una caverna. El manicomio como caverna. La sociedad como caverna. El objeto del vivir será ser capaces de liberarnos y llegar a ser nosotros mismos.

La vida en el manicomio puede ser un reflejo de nuestra sociedad. Se ve reflejado el estado platónico. El centro psiquiátrico es como una sociedad que se divide como la sociedad según Platón: Gobernantes, guerreros y productores. El espacio sería el psiquiátrico, nuestro país. La sociedad serían los pacientes, nosotros; y la supuesta cabeza pensante, la gobernanta, es la enfermera jefe. En esta película podemos encontrar los diversos tipos de personas que encontramos cada día en nuestras vidas. Muchos de los comportamientos de la sociedad, de esta sociedad que tiene miedo, miedo a ser persona, miedo a ser libre y a ejercer su libertad, miedo a pensar por sí mismo. También podría reflejar la vida de cualquier centro, por ejemplo la vida en un colegio, en la universidad, etc. etc. De hecho me recuerda a la película “El club de los poetas muertos”, en la que quien decide pensar por sí mismo, es incomprendido y acaba mal. El mismo colegio rechaza a quienes son capaces de pensar por sí mismos.

Nuestra sociedad es una sociedad de encarcelamiento y de falta de libertad. Actuamos como nos mandan, como nos dicen que actuemos. Nosotros obedecemos y callamos. De otra forma eres mal visto o no aceptado. O peor aún, castigado. Te extirpan la parte racional del cerebro, nuestra racionalidad, nuestra imaginación, nuestra esencia. Refleja a la perfección los diversos comportamientos de sus componentes. La sociedad nos marca unas normas y a quien no le guste lo que sale de la norma, se le eliminará...

La película refleja muy bien las posturas que las personas eligen en la sociedad, los que luchan por cambiarla, los que intentan evadirse, y los que tratan de imponerse con un poder.

Vemos también el miedo de la gente a las personas que ostentan el poder ( el suicidio del tartamudo cuando Ratchet aprovecha su poder para castigarle de la manera que más le duele). Abuso dela situación de poder, chantaje de los poderosos.

Estos locos que gastan el tiempo jugando a las cartas y haciendo cola para tomar su medicina, somos todos y cada uno de nosotros, que al igual que ellos hacemos muchas veces lo que se espera de una persona “normal”, lo que quiere la sociedad, aunque vaya en contra de nuestras creencias o de nuestras no creencias.

La vida del loco es una vida cómoda y fácil, pues hace lo que se espera de él y toma su píldora diaria. Nosotros tomamos nuestra píldora diaria, para tener una vida más fácil. ¿Por qué comprometerse en cambiar las reglas, en mojarnos, en cuestionarnos por qué son las cosas como son y si se podrían mejorar? ¿Por qué no nos atrevemos a romper la rutina, a romper las reglas para poder ver la final de la liga o experimentar una felicidad totalmente desconocida yendo a navegar?

Representa un mundo reprimido, de falta de libertad, de falta de vida y de ilusiones. Un mundo programado de antemano para no tener problemas de ningún tipo. Todo está atado y bien atado. No hay lugar para pensar o sentir. Solo es necesario ir tomando las píldoras que nos van ofertando día a día, y de esta manera no tendremos problemas. Quienes se dediquen a pensar o a desear algo diferente serán objeto de la represión del sistema, que les dará una gran lección que no van a poder olvidar nunca más.

Todo aquel que no se adapte a las normas sociales es considerado loco y necesita ser internado por su propio bien y el de los demás, para su recuperación, o más bien para que no moleste a las personas que no estamos locas. También pueden llevar una vida “buena” los que se hacen los locos y no desean meterse en ningún tipo de problemas y los que se ponen a mirar para otro lado.

Es un estremecedor alegato sobre la libertad y el abuso del poder ejercido sobre aquellos que son diferentes. Una crítica descarnada social y política. Miss Ratched se transforma en el poder arrollador de la sociedad tecnocrática, carente de creatividad, incapaz de reconocer sus derrotas ante la exuberante vitalidad y la imaginación desbordada de McMurphy, el hombre genial, pero marginado.

La pregunta sigue en el aire ¿quiénes son los verdaderos locos?

No es una historia de locos sino del poder que ejercen ciertas instituciones sobre aquellos que son distintos y que están indefensos. También es la historia de alguien que se rebela contra la norma y al que le tildan por ello de loco.

(Todos somos y deseamos ser diferentes, tener nuestra propia personalidad y ser los protagonistas de la película. No sólo los demás, a los que ya consideramos diferentes) McMurphy intenta cambiar la situación del hospital. Ayuda a que los internos vean las cosas por sí mismos, que vivan y reflexionen sobre las diferentes situaciones. Una vez más acudimos a la caverna de Platón. Mc Murphy es el prisionero liberado de sus cadenas, que contempla la verdadera realidad, la verdad, y, una vez contemplada ésta, no le queda más remedio que comunicarla a sus compañeros, aún a riesgo de perder su propia vida.

Representa a la educación, a los maestros y profesores, a los padres, políticos, etc, a todos los que tienen una obligación para con los otros. Hacerles pensar, ayudarles a salir de la caverna, a que se vayan realizando y sean felices.

Esto les ayuda a expresarse y a comunicarse con el entorno, a sentirse útiles y normales. En tres ocasiones: ver el partido, se escapan de pesca, fiesta con sus amigas, intenta hacer reflexionar a los demás. Al final se ve la reflexión, el cambio que una persona consigue, cuando el jefe indio se escapa.

En cambio la Sta. Ratched, siempre les habla de forma autoritaria, manteniendo las distancias, dejando claro quien tiene el poder, e incluso muchas veces los humilla y en consecuencia los hace sentir culpables. Es la forma que el poder tiene para conseguir ser obedecido.

Es el ejemplo del suicidio de Billy. Billy ha aceptado un reto en la vida, un reto que le he merecido la pena y del que se siente orgulloso ante sí mismo y ante los demás. Por una vez ha sido él mismo, ha vivido, ha disfrutado. El poder no puede comprenderlo. Ha infringido las normas y debe pagarlo. Primero le ridiculiza y le hacen que se sienta culpable. Le hieren en lo que más le duele. Billy no puede aguantarlo y acaba con su vida. Es un buen ejemplo de la falta de amor y comprensión por parte de los poderes. Todo son comportamientos reprimidos y alienados y no propios de la libertad del ser humano: la expresión, la comunicación, el contacto con otros y la vivencia de situaciones de las que se aprende.

La última situación de alienación se produce cuando a Mc Murphy le extirpan una parte del cerebro y lo devuelven a sus compañeros. Le extirpan la parte racional del cerebro, la única parte que puede imponerse a las imposiciones y abusos. Es la medida correctora ( y no preventiva) de los problemas.

¿Habrán servido para algo la entrega de su vida por parte de Billy y de McMurphy, o todo continuará como antes?

McMurphy representa al héroe, ayuda a los enfermos en la vida que los esclaviza, sobre todo a los que más lo necesitan: El jefe y Billy. Les ayuda a ver la vida de otra manera, que les ayude a superar sus enfermedades. Les muestra el “amor a la vida”. La “fuerza de la vida” frente a “la fuerza de la muerte”. McMurphy, al buscar su propia libertad, se da cuenta de que su tarea debe extenderse a sus compañeros. Como el esclavo liberado de la caverna platónica tiene necesidad de comunicar la verdad que ha encontrado.

McMurphy es una persona con biofilia. Se siente mejor viendo que sus amigos mejoran día a día, no encerrándose en su mundo, abriendo los ojos a la realidad y expresándose con más facilidad ante Ratchet.

El prototipo de persona necrófila es Ratched (la sociedad), porque trata a los pacientes como objetos. Quiere que sean personas previsibles, que realicen todo aquello que ella manda, que sean personas obedientes.

Somos “educados” para obedecer, para ser sumisos, “buenos súbditos”, “buenos alumnos”, que no necesitan ni echan en falta la libertad. Todos los enfermos tienen miedo a la libertad, a tener que manejar sus propias vidas. Los demás locos, algunos voluntariamente en el hospital, nos dejan ver otra postura de la sociedad: ir a la vida fácil sin luchar por nada obedeciendo unas leyes y unas normas que se nos imponen.

Gracias a McMurphy el jefe ha decidido ser libre y escapa. Antes él mismo libera a su amigo, para que le acompañe. El cuerpo muere, pero el alma sigue viviendo.

Metáfora de la lucha por la libertad. La necesidad de ser libre, a veces, permanece dormida, porque nos engañamos o nos escondemos, porque tenemos miedo. A veces tiene que ser despertada con la ayuda de otros, que hayan sabido despertarse y crean en nosotros.

Los enfermos del psiquiátrico viven convencidos de que debían estar allí y de que absolutamente todas las normas que allí se les imponen son las correctas, las más beneficiosas para ellos. Viven siempre a merced de lo que imponen, o dicen otros. El objetivo es el sometimiento.

Las amigas de Mc Murphy, solo aparecen cada vez que se intenta salir de la rutina y el sometimiento a unas normas. Son el elemento a través del cual se nos muestra la diversión y la ruptura con lo impuesto.

Mc Murphy es el personaje principal, es un delincuente que es llevado a un manicomio, porque se hace pasar por loco. Interpreta la lucha por mejorar las normas de la sociedad y por conseguir la libertad contra esas normas. Es el pícaro perfectamente sano, aunque aparentemente enfermo, a quien la vida no ha conseguido domeñar. Les hace ver la vida de otra manera.

Sta. Ratched es la enfermera – jefe del psiquiátrico, que refleja el poder de la sociedad, y el sometimiento de otros más débiles y con menos poder. Representa las normas, las leyes. Aparentemente sana, pero en realidad víctima y verdugo del poder establecido.

            Billy es incapaz de hacer algo en contra de su madre.
            Cheswick Martin
            El gran jefe Bronden

Una velada alusión a la tesis de la antipsiquiatría (no hay enfermos mentales, sino víctimas de una sociedad enfermiza”) facilita la transferencia y la identificación, hábilmente manipulada por la recreación del ambiente.

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