Foro de encuentro y actividades culturales

 

 

 “Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y luego, hablando se aprende a callar”. Diógenes Laercio

           Queridos compañeros, amigos y simpatizantes de nuestro Ateneo Escurialense. Un nuevo y necesario viento ha llegado para irradiar la luz de la cultura sobre nuestros pueblos.

         La diosa Atenea, en el Partenón, ha estado de parto, y esperamos que este nacimiento quede inscrito con letras de oro. Viene a vencer la incultura tradicional y la desidia de la que tradicionalmente se nos acusa, y abrir a los amantes del saber, a la comunión para el cultivo de la inteligencia, pues no solo de pan vive el hombre.

Las inteligencias son las que salvan a los seres humanos y a los pueblos.

         Quiero daros las gracias a todos, por la vida que dais a nuestro ateneo; sin ella el Ateneo Escurialense no habría podido nacer, ni crecer. Ya sabéis que un bebé necesita más cuidados que un adulto para sobrevivir. Gracias por estar ahí, por ayudarnos a construir, aunque otros destruyan, a iluminar en medio de tantas oscuridades, a sembrar sin que nos importe que alguien pueda pisar nuestro sembrado, gracias por colaborar a aumentar el idioma más universal de las personas inteligentes, la sonrisa.

         Queremos que jóvenes y menos jóvenes, a menudo abatidos, desplazados del lugar natural al que pertenecen, lejos de sí mismos, de los que constituye su esencia más humana, afectados por la nostalgia, y empujados a vegetar en el vacío, tengan un lugar en el que poder satisfacer sus necesidades culturales, y como nuevos Ulises, busquen anhelantes el regreso a Ítaca, al hogar, a recuperar el lugar propio dentro de la humanidad.

         La nostalgia se convierte en sufrimiento, en deseo de volver a casa. Necesitamos volver a nuestra casa, a nuestro ser, victoriosos como Néstor, el que vuelve victorioso.

         El regreso no es fácil, el camino está sembrado de obstáculos, pero el viaje merece la pena. Una vida sin obstáculos no es digna de ser vivida.

         La expedición de Ulises tiene como fin el conocimiento, y el conocimiento conlleva peligros. Basta leer la Odisea, para encontrar polifemos, pero todos ellos están dentro de cada uno, creados por nuestro ego. Nos enseña que un imbécil no sería capaz de alcanzar la vida buena.  Nuestro viaje es para alcanzar la libertad.

         Un ateneo es el lugar de quienes quieren saber, dialogar, conversar, escuchar sobre todo lo divino y humano que nos hace personas libres. Dialogar es filosofar y la filosofía es una Escuela de libertad. Lugar de transformación personal. Atenea, diosa de la sabiduría, ilumina con su rayo sabio nuestras inteligencias

         Un año más, pero no un año menos. Un año más de vida de nuestro Ateneo Escurialense, un año de extraordinarias experiencias vividas, de enorme trabajo realizado y de convivencias inolvidables.

         Todo ello ha ido haciendo que nuestra vida se enriquezca y adquiera nuevos sentidos. Renovamos nuestra vida interior, la agrandamos, de manera que vemos que a nuestro alrededor todo crece y se enriquece. Ya no existe la vida uniforme y rutinaria. Nuevos colores han pintado este joven caminar.

Inmersos en la tecnología, no hemos aprendido a experimentar a los otros y al mundo en toda su riqueza. Se han empobrecido nuestras relaciones humanas.  
  
Nuestro Ateneo Escurialense nace para ayudarnos a vencer la soledad, el aislamiento; esa soledad y ese aislamiento que a menudo sufrimos dentro de la multitud que nos rodea. Pobre del alma que camina sola. Es triste vivir solo.

         “No hay cosa más triste que devorar en silencio nuestros pesares y alimentarnos de nuestro propio espíritu sin tener un corazón gemelo, con el que partir el fuego que en el mundo arde”, dice Unamuno.

         A lo sumo, asistimos a cafés y tertulias de chismes y murmuraciones; a comentar el fútbol o los toros. Pero en estos ambientes, nadie escucha al otro y las conversaciones son fútiles. Se habla de vaciedades, se huye de la soledad y nos distraemos, pero no salimos de nosotros mismos. En lugar de diálogos vivimos monólogos que no llegan al alma.

         No sabemos ni aunarnos ni separarnos. Nuestro individualismo es muy fecundo en algunas ocasiones, pero no es suficiente, pues nos puede hacer antisociables 
    
         El Ateneo Escurialense abre sus puertas a la vida, a la comunicación directa, al contacto personal, a desarrollar nuestra vida cultural, a fomentar nuestra convivencia, a estar a gusto, a desarrollarnos como personas y como ciudadanos, a retomar la palabra tantas veces robada, y a escucharla, a vivir en plenitud una vida buena, que solo puede vivirse con lucidez y en armonía con todos y con el universo.

         Es tu casa, la casa de quienes tenéis propuestas culturales, de quienes queréis saber más, participar activamente y no ser meros espectadores de la vida, de los que tenéis opiniones propias que merecen ser escuchadas, de los que creéis en la palabra compartida y en el respeto al otro, de aquellos a quienes os parece ser mejor que aparentar, que estáis abiertos a la verdad, a la belleza, a la bondad.

         Nos encontramos, ante tantos desencuentros; unimos nuestras voces y animamos a continuar, a caminar sin descanso. 

         La vida se hace humana al dar sentido al universo y a la vida; tratamos de comprender por qué y para qué estamos aquí y de fijar el sentido de nuestra existencia. Nos preguntamos qué podemos hacer en este mundo divino y ordenado, en un breve espacio de tiempo.

El conocimiento, no los conocimientos, nos conduce a la libertad, bien supremo. La sabiduría no debe abrumarnos. Sólo necesita ser bajada de ese falso pedestal en que a veces la colocamos. La libertad guía nuestro Ateneo para hacernos personas y ciudadanos libres. Es el camino de la felicidad.

Todos los ámbitos de la cultura: Las Letras, Las Artes, Las Ciencias, compendios del saber humano, deshojados en diversas áreas abarcan nuestro quehacer.

El quehacer pasado, presente y futuro, dentro del marco del respeto y la tolerancia; la corrección sin ofensa, dan sus señas de identidad a nuestro Ateneo.

            Somos tolerantes. Preferimos una sonrisa a tener más razón que el otro. Cuanta más razón tenemos, menos tolerantes somos.

         Que este nuevo año nos colme, o mejor que nosotros lo colmemos de amor. Muchas gracias y mucha felicidad. Os esperamos.

José María Calvo de Andrés
Presidente del Ateneo Escurialense
http://josemariacalvo.blogspot.com